jueves, 20 de diciembre de 2007

memorias de una geisha

salía de la facultad, a la que entraba con más entusiasmo que convicción, dirigiéndome hacia la terminal del subte, cuando descubro sorprendido tu presencia, como accidental, como quien no quiere la cosa... "qué casualidad", mentiste con una sonrisa que encendía la comisura de tu boca (que tantas alegría me dio y todavía me da). "voy a una fiesta de disfraces", añadiste y creo que no mentías... ese viaje en subte es uno de los más placenteros (si no el único) que experimenté en mi vida, no haría falta aclararlo si no me diera tanto placer hacerlo.
al final del recorrido, y ya en la superficie, lejos de la ensoñación en la que me sumían tu belleza y el traqueteo del subte, desperté a la realidad y a mi timidez... mientras nos despedíamos, pensé en besarte, pero algo en mí decidió postergar esa felicidad que ya amenzaba con transformar completamente mi modo de amar y de ver el mundo.
ese algo en mí decidió postergar esa felicidad que llegó una semana después y que (pese a nosotros dos) todavía no se fue...
F.