viernes, 16 de mayo de 2008

Final de Feria

Este año la viví desde adentro. Una gigante e inabarcable escenografía donde actores varios hacen lo suyo: público, editores, libreros, bibliotecarios, empresarios... Una verdadera "feria" donde la mayoría busca comprar más barato, y una rara minoría encontrar "libros inhallables": ni una cosa ni la otra suelen ocurrir en este evento. Sí hay mucho consumo, sobre todo de gaseosas y sandwiches.
Coincido con F. en ese algo que hace que la Feria se vuelva ajena: el piso armado, artificial y amortiguador. Y también los stands, la parafernalia en su máxima expresión. Noté que lo que sí cambia con los años es el dinero invertido en la fachada de cada puesto editorial: evidentemente tanto instant book (de cómodo acceso en supermercados) da rédito a las grandes editoriales.
Creo que lo siempre me chocó de la Feria es su paradójica esencia: se celebra la lectura, acto íntimo como pocos, en medio de una vorágine marketinera que impide disfrutar.
Gran parte de la gente que visita la Feria no lee y tampoco va con intención de comprar libros (y menos de leer lo comprado). Pero la Feria está ahí, y ya que fuímos al zoológico y a Mc Donalds, pasemos a ver si hay algún famoso. Qué suerte, justo hoy firma Valeria Mazza su libro ¿Qué me pongo?, y la pibita que se cortó la venas y se tatuó 45 (su meta en kilos) en el brazo tiene más cola para firmar ejemplares que Tom Wolfe. Creo que eso es lo que molesta, que se pierda el objetivo en pos de lo meramente comercial.
Un copado: Liniers dedicando todo su tiempo a dibujarle a cada lector lo que le pidiera.
Lo más lindo: chicos preguntando por sus autores favoritos y esperando la hora de que les firmen los libros, imaginando cómo serán la cara y la voz detrás de las palabras.
Algo feo: un padre obligando a su hijo a leer obras constructivas, cuando el chico lo único que quería era leer Buscando a Wally (¿y quién dijo que Wally no es constructivo? ¿y constructivo de qué?).
No quiero dar un mensaje confuso, me gusta que se le dé importancia a un evento que tiene como protagonista al libro, pero estaría bueno que estuviese dedicado al lector y no al consumidor.
M.M.